sábado, 9 de mayo de 2009

La Nacion 26 agosto 1999

Para ayudar sólo se necesita voluntad
La Nación 26 -08-99

En el país hay cada vez más gente que descubre la posibilidad de brindarse a los otros sin cambiar su estilo de vida y creció el número de organizaciones benéficas; en tiempos de crisis económica resaltan los ejemplos dignos de imitar.


Ayudar a un amigo. Escuchar a su hijo. Donar órganos. Pagar sus impuestos. Respetar al que piensa distinto. Regalar una sonrisa. Ceder el asiento en el colectivo. Emplear a un discapacitado. Cuidar el medio ambiente. Estas son algunas de las acciones que propone el Foro del Sector Social para celebrar hoy el Día de la Solidaridad y la Responsabilidad Social. Una acción simple y concreta, orientada a los demás, que aunque no demande mucho esfuerzo sirva para mejorar la calidad de vida de todos. Este es el segundo año en que las buenas obras tienen su día en el calendario. El 26 de agosto fue la fecha elegida por el foro, porque es el día del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta, un modelo de servicio y de amor al prójimo. "Hubo un crecimiento explosivo de organizaciones -consideró María Rosa Martini, presidenta del foro-, pero creemos que es mucho lo que se puede lograr. En nuestro país hay tres millones de voluntarios y si todos percibiéramos este llamado, generaríamos un capital social muy valioso." Diana Rubinstein, secretaria de la entidad, agregó: "Promover la solidaridad como valor tiene que ver con generar actitudes solidarias en la vida diaria". Desde el trabajo diario, sin descuidar sus tareas habituales, aprovechando sus conocimientos y recursos, son muchos los que optaron por este camino. No es necesario fundar una institución, dedicar muchas horas diarias o desembolsar grandes sumas de dinero. Los ejemplos que siguen demuestran que se puede ser solidario sin modificar el estilo de vida.

· Ana María Capristo es cosmetóloga, tuvo cáncer y, desde hace cuatro años visita una vez al mes a un grupo de autoayuda para mujeres con esa enfermedad. Les enseña cómo superar las complicaciones que los tratamientos dejan en la piel. Y aprende de sus experiencias.

· Los Aeroamigos no son superhéroes. Son pilotos civiles que aportan sus aviones para hacer llegar donaciones a puntos aislados del país. La idea nació en 1991 de Andrés Hillbricht, un empresario polaco apasionado de la aeronáutica. Hoy ya son más de 400 voluntarios.

· Los integrantes del Taller Coral del Sol tienen entre 14 y 75 años y llevan su música a lugares olvidados: cárceles, hospitales, hogares, escuelas diferenciales y comedores populares. Las funciones son gratuitas para las entidades que los reciben, aunque a veces la organización aprovecha para reunir comida o ropa.

· María Cristina Lúquez es propietaria de la rotisería Bellagamba, en Congreso. Hace cinco años, cuando los números no cerraban como habían prometido, decidió convertir el galpón, que estaba reservado para expandir el negocio, en un hogar-comedor para indigentes.

· Justo Carbajales es médico y descubrió que podía ayudar a otros con su conocimiento. Por eso creó la Red Solidaria de Profesionales de la Salud, que agrupa a 3500 médicos de todo el país. Lo que les propone es que cada doctor pueda recibir ayuda del resto de los especialistas e intercambiar opiniones sobre sus pacientes para lograr una asistencia integral. · Porque asegura que "la solidaridad bien entendida empieza por casa", José Luis Mendizábal se ocupó precisamente de eso: ayudó a 4200 personas a que construyeran su techo propio en Tigre, Boulogne y Benavídez. Mendizábal es ingeniero y tiene una empresa constructora. Ahora es presidente de la Fundación Sagrada Familia, donde arquitectos y trabajadores sociales asesoran a familias a levantar sus hogares. Aprender a dar Conscientes de que a ser solidario también se aprende desde pequeño, los integrantes del foro lanzan hoy el Primer Certamen de Proyectos de Aprendizaje-Servicio y de Emprendimientos Escolares Solidarios, que recibirá experiencias hasta el próximo 10 de octubre. La idea cuenta con la asistencia técnica del Area Escuela y Comunidad del Ministerio de Cultura y Educación. Nadie pone en duda que la solidaridad creció mucho en la Argentina durante los últimos tiempos. Martini y Rubinstein destacaron la consolidación del tercer sector y la investigación sobre el marco legal y fiscal de las instituciones. ¿Pero en qué retrocedió el sector respecto del primer festejo del Día de la Solidaridad? "La crisis económica afectó seriamente a las instituciones", sentenció Rubinstein. La falta de fondos y los voluntarios que deben dejar de serlo por problemas financieros son penurias cada vez más comunes. Para Rubinstein, "más que la solidaridad reactiva, como respuesta a una situación urgente, hay que afianzar la solidaridad preventiva, que es la que se toma como una norma de vida cotidiana". Acompañar a un enfermo. Capacitar a sus empleados. Ayudar con los deberes a un chico del barrio. Escribir una carta a una persona postergada. Repartir juguetes. La lista es interminable: se pueden hacer infinidad de cosas por los demás. Sólo es cuestión de elegir una.

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